Si la capital del concejo donde se encuentra Oviñana es Cudillero, podemos decir que la capital de toda la comarca occidental es Luarca (con permiso de Navia). Situada a 32 kilómetros de nuestro alojamiento, nos llevará unos 25 minutos llegar por la autovía. Luarca es una de las visitas recomendadas para nuestros inquilinos. Esta hermosa villa invita a pasear por sus calles y por el puerto, donde se podrá ver la vida real portuaria: pescadores preparando aparejos, barcos saliendo o entrando a puerto con su pesca, la rula en plena efervescencia, etc.
También se puede disfrutar de bonitas vistas desde el faro, que se encuentra en el lugar conocido como la Atalaya, en la punta Focicón, al oriente del puerto y que fue construido en el año 1862.
Justo antes de llegar al faro nos encontraremos a la ermita de la Virgen blanca. Esta ermita fue restaurada en 1961 y en ella merece la pena ver el retablo de Jesús Nazareno, obra barroca del siglo XVII en la capilla mayor y que acoge además una imagen de vestir del Nazareno y las figuras de Santa Ana, la Virgen y el Niño, la llamada la Virgen de la Blanca. Cuenta una leyenda que esta imágen fue encontrada por unos pescadores en el fondo marino.
Al inicio de la subida por la Atalaya en un hermoso y corto paseo, desde la carretera que baja al puerto, encontraremos el cementerio muy visitado también, fundamentalmente porque allí está enterrado el ilustre luarqués Premio Nobel de Medicina Don Severo Ochoa.
Por último, si el tiempo lo permite, también se puede disfrutar de sus espléndidas playas llamadas 1 y 2, pero que en realidad constituyen una sola playa en forma de concha protegida por dos espigones que aseguran un baño seguro. La playa es de arena oscura y conjuga su encanto natural con el de playa urbana y a ella se puede llegar en coche o dando un agradable paseo.
Una de las fiestas de verano más popular de occidente es la de San Timoteo que comienza en Luarca la noche del 21 de agosto, con fuegos artificiales. En esa noche hay verbena con distintos ambientes para los distintos gustos de los más jóvenes o los más mayores. El día siguiente, 22 de agosto, se realiza la romería de San Timoteo. Por la mañana se lanzan petardos para despertar al pueblo. Las distintas peñas se equipan con los víveres y todo el mundo se dirige a la ermita de San Timoteo que está a las afueras, en el llamado Campo de San Timoteo. Los romeros van con grupos de gaiteros, vestidos con "chambrón", con bastón y la T de pan al cuello. Una vez se llega a la ermita, se realiza la misa y se saca al santo a una capilla exterior. Después de la sencilla ceremonia, comienza el almuerzo romero, en los campos que rodean la ermita. Absolutamente recomendable esta fiesta.